Es habitual que en cierto momento de nuestra vida queramos comenzar un proceso psicoterapéutico y claro existen muchos motivos por los que una persona puede estar interesada, desde; desear conocerse más a uno mismo, querer trabajar alguna vivencia que repercute en la vida, asistir por problemas personales que no podemos resolver por nuestra cuenta o querer dejar algún habito o vicio etc. No obstante, no todos pensamos de la misma manera y existe esta idea del psicólogo sólo es una persona que va escuchar nuestra vida íntima y nos va dar consejos, de ello que nos genere rechazo y empecemos a utilizar argumentos cómo “yo no lo necesito, puedo sólo”, “no voy a pagar para que alguien sólo me escuche, para eso tengo a mis amigos”, “no estoy tan mal para necesitar un psicólogo” etc. Estos argumentos surgen ya que tenemos creencias ciertas del quién y por qué va al psicólogo, por eso te compartimos diversas razones que dificultan iniciar un proceso psicoterapéutico:
- Aceptar que existe algo que nos afecta: Vivimos acostumbrados a cargar con todo el peso de nuestras emociones y muchas ocasiones por las exigencias laborales o escolares expresar nuestro malestar suele ser mal visto, como un signo de debilidad y con el tiempo perdemos consciencia de que está bien pedir ayuda y no es algo malo sentirse atorado, frustrado, triste, o en complicaciones y no saber resolverlo. Por ello aceptar ir a un psicólogo se vuelve difícil y tendemos a minimizar el hecho de que es un profesional de la salud mental y reducimos su labor a la de un amigo o consejero. Aceptar que necesitamos ayuda, que deseamos cambiar es el primer paso de la terapia aún sin haber iniciado el proceso.
- Sentir que es un gasto elevado: A comparación de otros países México no tiene normalizado procurar la Salud mental al mismo nivel que otras áreas de la salud. No es habitual en nuestra cultura invertir en un psicólogo, en cambio, predomina más recurrir al misticismo cómo la lectura del tarot, la astrología, la brujería. Por ello y por no tratarse de algo material sino de nuestra salud mental parece un gasto irracional y elevado puesto que los cambios implican un trabajo no sólo del terapeuta sino de la persona que solicita el servicio, así es evidente que no sólo es el costo monetario la razón de que nos parezca elevado sino la carga de tener que asistir a trabajar cosas que nos cuestan trabajo y que normalmente evitaríamos.
- ¿Cuándo veré los resultados?: El miedo a no ver resultados en poco tiempo es una traba para muchos pese a que existen diversas terapias unas más rápidas que las otras existiendo algunas en dónde sólo es una sesión por mes. Lo que es cierto es que en ningún proceso verás que después de la primera sesión la gente note que eres una persona totalmente nueva y renovada. Dependiendo nuestro motivo será el tiempo de nuestro proceso, así como del empeño que se ponga en el mismo, no quiere decir que no haya un cambio en una sesión, lo hay, pero su permanencia se da a través del trabajo con el terapeuta, aunque ello nos genere angustia por sentir que “no hay avances”, y no sólo pasa en la consulta sino en muchas otras partes, el trabajo, el gimnasio, las relaciones personales. Esto se debe a la costumbre que tenemos a la inmediatez de las cosas, habitualmente rentamos productos o servicios en su estado final y no es habitual que nosotros seamos parte del proceso de obtención.
Para facilitar este proceso y las resistencias que pueden surgir te recomendamos acudir algún centro psicoterapéutico cómo lo es Centro de Crecimiento Psicoterapéutico, allí recibirás aclaración de todas tus dudas, desde; que enfoque resulta mejor para tus necesidades, en que consiste asistir a terapia, y aquello que te mantenga resistente o dudoso para empezar un proceso psicoterapéutico. Asistir a un centro resulta beneficio ya que cuenta con profesionales avalados que te pueden asistir, tanto en aclarar alguna duda cómo a volverse tú psicoterapeuta.